Alimentar el cuerpo y alimentar el alma pueden ser la misma cosa cuando se cocina con la calma, la paciencia y las ganas de disfrutar tanto de la vida como de la comida

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Patatas aconejás para compartir

Las patatas aconejás es una cosa que mi abuela cocina de toda la vida, que cuando yo era pequeña llamaba "comida de huerto", porque en verano, cuando mi abuelo se pasaba el día en el huerto cuidando que las tordas no se comieran las fresas y las cerezas, mi abuela hacía patatas aconejás y comiamos los tres en el huerto, como si estubieramos de campo...
Una cosa muy rica, muy sana y muy barata, las patatas aconejás... es que el nombre solo ya me encanta.
Y que llevan? pues ya adelanto que conejo, no. Nunca he entendido de donde viene el nombre, y seguro que si este plato se cocina en algún otro sitio de España, para nada se llamara igual. Como pasa con las patatas meneás, pero eso ya os lo cuento otro día.
Para hacer patatas aconejás necesitamos muy poquitas cosas:

- Arroz
- Patatas
- Sal
- Pimentón
- Ajo
- Aceite
- Laurel
Y nada de conejo!!

La elaboración tampoco tiene ningún misterio: Pelamos las patatas, las picamos en cuadrados finos, casi como si fueran para tortilla, y ponemos en una cazuela todo al mogollón, arroz, patatas, sal, un chorro de aceite, un diente de ajo picadito (mi abuela diría que de esto último, que no falte, ponle tres...) el pimentón, que le de color, y el laurel, que no puede faltar nunca en el puchero de la abuela. Lo tapamos de agua y tapando la cazuela con su correspondiente tapadera lo ponemos a fuego lento y que se haga despacito, como todo lo rico en esta vida.
Las patatas aconejás son para compartir, para buscar una buena compañia y un dómingo de lluvia sentarse a comer calentito y acompañado. Todo sabe mejor con buena compañia...

1 comentario:

  1. Je je!!!!!!! qué rico. Me encantan los platos de la abuela. Algún día te pasaré una receta.

    Gracias.

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