Tengo un amigo vegetariano, se que no es un merito, es mas bien una putada cuando le invitas a cenar. Por que claro, a una, que es de una tierra de carnaza sangrante en el plato cada día, le cuesta despejar esa incognita en la ecuación del menú.
Pero una vez mas, tirando de tarros de mamá (la gente normal lo llaman conservas, creo) y con un poquito de imaginación, saqué adelante la cena. Y en verdad es que es muy sencillo, si te paras a pensar un momento, crear una cena sin carne ni pescado.
De primero: revuelto de esparragos trigueros.
Qué necesitamos: Huevos (2 por persona), un puñadito de esparragos trigueros cortaditos en trozos de unos 3 cm, un chorrito de nata liquida, sal y nuez moscada o pimienta... ya he expresado en mas de una ocasión mi gusto por la nuez moscada, verdad?
Batimos bien los huevos, añadimos todo lo demás y en una sartén lo dejamos que se haga a fuego lento sin dejar de remover con una cuchara de madera hasta que el huevo queda cuajado.
Podemos hacer una ensalada de rúcula, tomate y queso de burgos, si además le añadimos nueces ya... y que no falte el vinagre de modena.
Un poco a modo de postre puse encima de la mesa pan tostado, queso de untar, y una de esas delicias de madre: pimiento caramelizado.
Conclusión, cena redonda en un momento y totalmente apta para ovolactovegetarianos!!